Quise, siempre.
Traté un poco de querer.
Después de unos intensos respiros,
y de un gran suspiro,
se abren mis ojos, reacccionan tarde.
La ceguera se va,
y todo mi cuerpo se comienza a expresar.
Mi corazón me dice que no está cómodo.
Mis brazos se sienten pobres,
poco correspondidos.
Mis labios se quejan de ser forzados a sonreír,
y los lagrimales a gritos exigen que se les deje fluir.
Entonces me visita un tono azul, y no en buen modo.
-lo cual es irónico ya que es mi color favorito-
Se hacen lentos mis pasos, mi respirar, mi suspirar...
Y ya fue. Ya se irá.
Lástima que estas situaciones se repitan.
Espero estar mejor preparada.
*Cierra las puertas*

No quiero que demos todo por sentado

no demos por sentado que nos queremos

que las cosas vividas puedan seguir igual,

que los sueños serán los mismos

y no tendremos que esforzarnos de más 

No demos por sentado que nos podemos querer igual

porque los días nos añejan, nos reforman, nos cambian

las arrugas y el pensar

y el sentir 

No demos por sentado la suavidad de las caricias, la soledad de las lágrimas, la tonalidad de nuestras risas 

que hasta la brisa ha cambiado su rumbo

y ha regresado 

pero lo que trae no es nunca igual 

ni el agua del río pasa dos veces por el mismo lugar

No demos por sentado lo viejo, por continuar

quiero que sea nuevo, y bello

que nos enseñe a re-amar ...

Un acorde menor retumba 

una tercera que llama la atención

de un triste espectador.

Llamando al viento respira

y este recorre y estremece su cuerpo

que enormemente suspira.

Recorre una lágrima la mejilla,

y allí reposa la esperanza

que se pone de rodillas.

Oído sordo, sonido acogedor,

corazón palpitador.

Se bajó la luz, el sonido cesó,

el silencio la habitación llenó.

El espectador mostró media sonrisa hipócrita. 

Se preocupó su ceño,

con un dedo recogió la lágrima

y con orgullo la miró.

Los brazos recogieron la cabeza

que frustrada decidió reposar,

los ojos envueltos en los párpados,

el corazón descansando el andar.

Puse una semilla, de colores,

en tierra fértil.

Y sé que tiene que llover para que ésta pueda florecer,

pero también sé que habrán días de sol. ❤

Podría acostarme sobre tu pecho,
escuchando la melodía de tu corazón haciendo armonía con la lluvia
y con este amor,
como un tambor...
Resonándome en la cabeza,
un tic-tac que me lleva por las nubes y estrellas
y me baja de nuevo a la tierra,
estando a tu lado
solo respirando
Atrapando tu mirada para llevarla
y acompañarme en mi sueño...

Así me voy envejeciendo yo...

Después de ver en varios ojos

Ver cerrarse las ventanas

Venir cayéndome sola

El mismo aire, las mismas huellas

Vistiendo la misma imagen del espejo

El equipaje de siempre

Con una que otra arruga por las experiencias de esta vida

El abrigo más pequeño

Veo que traigo la vista gastada, y las suelas también

Y repensar lo q se relacione a un usted

Después de escribir este poema al revés

Busqué una hoja oscura y limpia para escribir,
que calzara también con la tinta roja...
No tuve suerte!
_________
Paso a paso, sí
y seguir dando el paso.
Al caminar, no pisar líneas
ni empaparse los zapatos en los caños.
No vendarse los daños
y fijarse en las esquinas.
Vivir, sin querer, rutinas
de ocaso a ocaso.
Aprender a querer, si acaso,
a quién comparte su sombrilla.
No andar por la orilla
-de la mar.
Nunca aprender a amar
a un ser que solo a veces te pilla.
No mirar,
sí olvidar.
No hay poción
para el corazón,
ni tinta color dolor,
Ni receta para la empatía.
Viva y deje
-que la vía
se lleve a quien quiera con ella irse,
con la que teje
-la vida.
Y sobretodo, que se deje
lo que teje
-la mía.
Como dos extraños
Dejando pasar los años.
Como carretera de lodo,
ensuciando todo,
arrastrando daños...